Por Cariño Arenas
Hablando sobre el BTL y el cambio que surgió en el 2,009, luego de venir viendo las Marcas salir a la calle con mucha creatividad, con sus productos que no solo se daban a conocer, sino transmitían su personalidad a través de patojos pilas, con una imagen impecable, creatividad, acciones bien hechas, eventos memorables, nos damos cuenta que ahora ya no lo vemos, ¿qué paso?
La oportunidad de crear una acción de “BTL” en su momento se vió muy fácil, que era para muchos…Ponerle una playera a un promotor (patojo que se mira medio bien), organizar un calendario así más o menos “tanteando donde está el consumidor” hacer unos cuantos volantes o una ruleta y ¡listo! Tenemos ya un BTL y además, para el cliente una oportunidad buena de hacer una activación ¡a muy muy bajo costo! Fue una buena oportunidad para todos, pero lamentablemente no lo fue, ni lo es para las Marcas
Las nuevas empresas que pensaron en algún momento que hacer publicidad BTL era fácil y que no requería de inversión y que por ende se podía dar a un precio muy barato, lo único que lograron fue demeritar una publicidad valiosa para las Marcas y como resultado que nuevos Gerentes de Mercadeo y de Marca vieran activaciones gachas y definitivamente pensaron: si esto es BTL, ¡yo no quiero hacerlo! Claro, y con toda la razón. ¿Quién va a querer algo mediocre o mal hecho para la imagen de su Marca? Es aquí donde viene a relucir el dicho “lo barato sale caro”.
El BTL es publicidad que como todas requiere de conocimiento, estrategia, planificación, logística, detalle, no es solo salir a la calle a lo loco y como todo, pues…si se quiere resultados hay que invertir, un BTL a medias o mal implementado es dinero tirado a la basura, pero un BTL con una buena asesoría, creatividad, estrategia y buena ejecución es una excelente inversión.
